Con esta obra del geógrafo Maudet, los estudios taurinos pueden escaparse del tópico andaluz ensimismado en la “fiesta nacionalö, con sus clásicas teorías sacrificialistas, para alcanzar un cierto grado de universalidad: el comparatismo vincula dialécticamente las culturas taurinas de Europa y de las Américas para determinar un modo de civilización basado en la ritualización de uno de los avances más significativos del Neolítico, la domesticación y crianza de los grandes mamíferos, toro y caballo, y las luchas de los humanos para conseguirlo a partir del dominio del territorio en el que viven. Invitando al lector a un apasionante viaje intercontinental por las tierras de toros, el libro pone el énfasis sobre una estructura dialéctica fundamental de la tauromaquia: transformar un quehacer agro-pastoril en un espectáculo que oscila entre fiesta y espectáculo, deporte y arte, por una parte; y por otra, revelar la infinita capacidad de transformación del concepto taurómaco de una cultura a otra.
