Bender reintroduce la historia de EEUU en el devenir mundial derrumbando el mito de la excepcionalidad trazado por la narrativa convencional enfocando los acontecimientos clave de la construcción de la nación desde un nuevo ángulo mostrando por qué sólo es posible comprenderlos por las complejas relaciones globales mantenidas a lo largo de 5 siglos. Bender comienza hacia el 1500, cuando los viajes por mar conectaron por primera vez los continentes. Luego, analiza la revolución y la independencia norteamericanas en el marco de la competencia entre los imperios decimonónicos y de la rivalidad entre Francia e Inglaterra, explicando la guerra civil en el contexto de las revoluciones europeas de 1848; más adelante advierte los indicios del espíritu expansionista: la conquista del oeste, y devela las aventuras imperiales en Filipinas, Puerto Rico y Corea. El libro termina en el XX, cuando el país, después de la II Guerra Mundial, interviene en los acontecimientos globales más intensamente.
