Este libro es un ensayo sobre el enfrentamiento entre la Europa cristiana, con un papel destacado de los Austrias españoles, y los Otomanos por el dominio del Mediterráneo entre 1521 y 1580, en una de las guerras navales más apasionantes de la historia. A finales del siglo XVI el Mediterráneo era el centro de la civilización y sobre sus aguas se libró la batalla definitiva por el dominio del mundo. Pocas décadas antes los turcos habían tomado Constantinopla y lo que quedaba del Imperio Romano de Oriente y, bajo el liderazgo de una serie de competentes sultanes, avanzaron por tierra y mar contra Occidente, asediando Viena e incluso amenazando a la propia Roma. En esta batalla entre Oriente y Occidente por el futuro de la civilización, España iba a jugar un papel fundamental y su contribución sería decisiva para el triunfo final de las fuerzas cristianas.
