Después que Jihad y Faten vencieran las barreras que el destino les impuso -al tener que soportar los agravios del padre de ella y hacer triunfar su amor- en la primera parte de la trilogía, Jihad (Hobb), los protagonistas nunca se imaginaron que el mismo destino les jugaría tretas de mala fe. Jihad (Milagro), como su título indica, nos describe cómo el amor y la fe triunfan a pesar de las pruebas. Esta historia nos demuestra cómo algunos están destinados a mantenerse en vida después de ocurrir un milagro (como en el caso del accidente que sufrió Jihad a los siete meses del embarazo de Faten, y el aborto al que ella fue sometida pocos años después); mientras que otros están destinados a morir injustamente, como mártires, sin dicha.