El arabista, escritor y diplomático Rodolfo Gil Benumeya Grimau, en esta obra póstuma, presenta como punto central de este ensayo las diferencias y espacios en común que existen entre las religiones judía e islámica, que durante siglos han convivido en la gran casa común del Mediterráneo. Con este fin, son analizados los sustratos de ambas a través de sus orígenes compartidos en las civilizaciones sumeria, mesopotámica, egipcia y cananea. Se explican las cosmovisiones, sus conceptos básicos (los contrarios, la unicidad, la eternidad, por ejemplo), las jerarquías de los divino, las cuestiones de lo humano en relación con la anturaleza y con el mundo; se describen con detalle los rituales que se practicaban, el sentido de los sacrificios, los bailes y cantos litúrgicos. Unos y otros aspectos tienen su reflejo en la vida social, así como en la política y estructuras de poder. Estas manifestaciones son analizadas pormenorizadamente, siempre con el apoyo de textos sagrados y clásicos, como el Antiguo Testamento.
La argumentación de la obra es histórica, aunque las reflexiones, hipótesis y conclusiones que introduce el autor cumplen la función de ensayo con un contenido bien configurado, bañado en datos e hipótesis, siempre correctamente fundamentado en un extenso referencial bibliográfico, por sí mismo altamente interesante.