Además de encontrar explicados con claridad doscientos juegos tradicionales infantiles, el lector descubrirá en este libro otras cuestiones relacionadas con los mismos, como su índole evolutiva, sus cualidades y valores o su probable desaparición si no se hace nada por evitarlo. En sus páginas se apunta una posible solución para que esto no ocurra: Introducirlos en la escuela, para que los niños conozcan, jueguen y aprendan todo lo que los juegos tradicionales pueden enseñarles. El autor de esta recopilación de juegos ha procurado, desde el título al contenido, dar a entender que muchas de las piezas que componen el repertorio aquí reseñado podrían formar una cadena que fuera capaz de unir distintas épocas, desplazándose arriba y abajo varios cientos de años.