Los relatos reunidos en esta colección tienen como hilo conductor las relaciones entre dos figuras fundamentales para la existencia de cualquier ser humano: padre e hijo. Las arquitecturas culturales aspiran a crear una tranquilizadora proximidad entre estas dos figuras, padre e hijo. Sin embargo, exige tal vez la construcción de una distancia de seguridad, alimentada por la presencia de una especie de desconfianza, una culpa recíproca que con el paso de los años se renueva –como en su gran obra nos ha exhibido Franz Kafka.
