Nacer de un huevo y hallarse de pronto en el mundo adulto no debe de ser fácil. Y menos si ese mundo está poblado por seres fantásticos, animales grotescos y hasta el mismo diablo.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso.
Más información