AA.VV
Prólogo de Paul Preston. La transición democrática pasó de puntillas sobre las fosas de los asesinados por los fascistas en la Guerra Civil y durante la primera etapa de la dictadura franquista. Salvo casos aislados, los hijos de los "desaparecidos" en montes, barrancos, tapias y cunetas de toda España tampoco pudieron enterrar a sus padres una vez recuperada la democracia por la que lucharon. Han sido sus nietos, a pesar del miedo que persistía después de más de 60 años quienes se han encargado de remover la tierra para recuperar los restos y la dignidad de decenas de miles de víctimas de aquellos "paseos" sangrientos y de tantos juicios sumarísimos. Cada vez que la asociación para la recuperación de la Memoria Histórica remueve alguna de esas fosas descubre, en realidad, los pies de barro de nuestra democracia: tan solo unas paladas de tierra separan la amnistía del pasado y la amnesia de la historia.