La vida es un viaje marcado por el carácter imprevisible de los acontecimientos y por la vulnerabilidad de todo vínculo. Nadie conoce su propio destino, pero, antes o después, a todos nos llega el momento de decir adiós a la vida o a alguna persona querida. A veces, la aparición de la muerte es dramática, y los que se quedan se encuentran de improviso despojados de muchos sueños y proyectos. El dolor sigue siendo la herencia, en ocasiones increíblemente dura, de todo mortal. Su presencia nos obliga a examinar nuestras propias expectativas, a purificar nuestros valores y a rediseñar nuestro propio proyecto de vida. La existencia es una escuela permanente que imparte lecciones sobre diferentes experiencias de separación; la elaboración de un luto depende de la capacidad del individuo para encontrar razones y objetivos que le permitan seguir adelante, a pesar del inmenso vacío que ha dejado en él la desaparición de una persona querida. Este libro tiene un carácter psicológico y espiritual, y está destinado, en primer lugar, a las personas que han sufrido pérdidas dolorosas.