Al cumplir los cuarenta, Julia abandona su trabajo como productora museográfica para convertirse en técnica de terapias asistidas con animales. En esta aventura la acompañan tres socios de cuatro patas: Milú, una fox terrier, y dos labradores, Thor y Volka. Con ellos trabajará en hospitales, centros de salud mental, residencias de ancianos y prisiones. Habrá alegrías y emociones, pero también tristezas, desafíos e interrogantes. Los retos y experiencias que se le plantean harán que se cuestione cuanto creía incuestionable. ¿Cómo se puede medir la felicidad? ¿Por qué o por quién vale la pena luchar? ¿Todas las personas valemos lo mismo? ¿Existen el perdón y la redención? ¿Dónde reside la dignidad de las personas? Las respuestas deberá buscarlas en su corazón y en la compañía de sus perros, cuya sonrisa es la mejor de las terapias.