Edición a cargo de Aitor Francos. Los ocho poetas de Las aguas tranquilas no constituyen un cenáculo literario ni comparten un mismo registro poético. Esta no pretende ser una antología panorámica ni generacional; responde, con mayor o menor acierto, a las preferencias personales del antólogo. Nacidos entre principios de los sesenta y finales de los setenta, los ocho son, por encima de todo, auténticos poetas, de calidad indudable. Apenas han sido traducidos al castellano (o no con la debida difusión), y el propósito es que se descubran a un público lector más amplio.