Las batallas perdidas posee, además, una periferia en íntimo contacto con la realidad estadounidense. O, si se prefiere, una ventana al exterior que permite observar y contrastar la Norteamérica institucional y global, aquella de las megalópolis conectadas en minutos a golpe de alta velocidad, con la realidad excepcional de estas tierras, solitarias líneas de puntos unidas entre sí por larguísimas y deterioradas carreteras. (Blog fantasymundo, 30 marzo 2011)