Se analizan en la obra los aspectos históricos de la Expedición Botánica de Nueva España, fundamentalmente en su fase centroamericana, reconstruyendo detalladamente los itinerarios seguidos por los naturalistas, los aspectos cronológicos, geográficos, biográficos y el grado de relevancia de las contribuciones científicas, especialmente las aportadas por José Mociño al describir sistemáticamente por primera vez la Flora de Guatemala y por Longinos Martínez al instaurar el primer Museo de Historia Natural de América Latina. En el libro el autor pone de relieve el impacto causado por la presencia de los expedicionarios en la vida social y cultural del antiguo reino de Guatemala, su colaboración con las elites ilustradas de la Sociedad Económica de Amigos del País y del Consulado de Comercio y la consolidación e institucionalización del estudio de la historia natural. Se pone especial énfasis en la relación armónica entre el elemento hispánico -representado por Sessé, Cervantes y Longinos- con el criollo -Mociño, Alzate, Flores, etc.- que supuso un gran avance para la ciencia del conflictivo periodo de finales del Siglo de las Luces. La historia natural, la medicina y las ciencias en general son los principales temas que se abordan en este estudio, con la intención de abrir nuevas perspectivas y orientaciones en la historia de la ciencia iberoamericana