LUDOVIC FLAMANT, JEAN-LUC ENGLEBERT
A mi hermano le encantó el regalo de nuestra tía. “La llamaré Teresaö dijo al ver la muñeca de trapo. Cuando mi hermano dijo que quería dormir con Teresa, mi padre dijo: “No es grave. Ya se le pasaráö. Pero eso no sucedió. Incluso quiso un cochecito en la tienda de juguetes.