88 pp. Interesa resaltar la personalidad evangélica de Jesucristo. Y cuanto más se difunda, mejor. Es lo que hace el autor de este libro presentando la alternativa del Dios cristiano, que es sinónimo de in-dependencia radical y de rebeldía sana. Son muchos los que agradecen el don de la fe por la inspiración que aporta y porque les permite cooperar en la extensión del Reino del Señor. Estos creyentes irradian el amor evangélico, colaboran con la intervención del Espíritu en la historia y pregonan la valía de Jesucristo, el Viviente que entusiasma y provoca compromisos con una nueva espiritualidad y con el dinamismo posible de las bienaventuranzas. Ordenar el mundo según El Señor supone entender el sentido rebelde y original de Jesucristo. Los cristianos auténticos contribuyen a mejorar la historia humana.