216 pp. La vida en la España de los años 40 a 60 fue muy dura, especialmente en las zonas rurales. A través de sucesivos encuentros conun antiguo discípulo, Francisco Vigara va desgranando su vida, orientada sobre todo por su labor pastoral y por el dinamismo y la bondad que guiaron su ayuda al prójimo en las localidades a las que fue sucesivamente destinado como sacerdote. A través de los pliegues de su memoria asistimos al retablo poliédrico de la realidad social española de posguerra. Es éste un relato de múltiples capas narrativas, donde encuentran su espacio multitud de registros y voces. Alejandro López Andrada crea un universo lírico de aquellos años, en el que emergen, traídos por su piadosa mano, trenzados en su bella prosa, la vida y la voz de los más humildes.