Esta obra es una puesta al día de ese arco iris que es la economía verde. El autor diferencia lo que es la economía ecológica de la economía ambiental, analizando también el denominado desacople y algunas de las posturas del decrecimiento. Frente a la crisis alimentaria, ambiental, climática y financiera que tiene la humanidad ante sí como manifestaciones de una verdadera crisis de civilización, crisis de un capitalismo marrón con su obsolescencia planificada como eje de una demanda irracional de recursos, el autor plantea un enfoque ecointegrador dentro de la economía ecológica. En efecto, ante el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y las alteraciones en los ciclos de los elementos, se levanta la necesidad del estudio de las sociedades como sistemas metabólicos. Donde los estudios sobre “flujos de materiales y energía, en un sistema abierto y en continuo desequilibrio donde interaccionan con los objetos económicos reales que aparecen y desaparecen del sistema en tanto lo hacen sus correspondientes valores de cambioö. Incorpora además en ese enfoque el concepto de intangible ambiental, tales como los nutrientes del suelo (suelo virtual) y del agua (agua virtual). Un punto de vista que frente al enfoque europeocéntrico de moda, reivindica el Sumak Kawsay, Suma Qamaña y el Buen Vivir americanos como un camino ético-moral de una sociedad plural. Es este enfoque latinoamericano de la obra un aporte más a la rica escuela de pensamiento sobre el desarrollo alternativo que los pensadores de nuestra Región ofrecen a la misma y a su mundo.
