Todas las grandes religiones tienen una historia exterior y otra interior; la una aparente, la otra secreta. Por historia exterior, entiendo los dogmas y mitos enseñados públicamente en templos y escuelas, reconocidos en el culto y en las supersticiones populares. Por historia interior o interna, entiendo la ciencia profunda, la doctrina secreta, la acción oculta de los grandes iniciados, profetas o reformadores que han creado, sostenido, propagado esas mismas religiones.