Hacia el año 600, una caravana de mercaderes árabes regresa de Damasco con los camellos repletos de incienso, especias y sedas de la India. Entre ellos se encuentra un niño huérfano a cargo de su tío. La caravana se detiene cerca de Bostra y acude a la invitación de un ermitaño cristiano. El monje advierte la presencia del huérfano y pregunta por él a su tío; luego habla con el niño, le inspecciona y descubre una marca entre sus hombros que reconoce como el sello de los profetas... ¿Quién es este huérfano predestinado?
Mahoma tuvo una vida fascinante envuelta en un velo de misterio -en parte debido a la escasez de fuentes- que resulta imprescindible para entender la génesis y posterior desarrollo del islam. La narración nos eleva, con una prosa ágil y precisa, desde las brumas de la leyenda hasta el momento crucial en su vida, a los cuarenta años de edad, cuando es llamado para ser el emisario de Dios. Se sucede entonces un período de pugna, muy ligado a la situación política en la península arábiga, que desemboca en el triunfo de Mahoma sobre La Meca y la consolidación de la Umma Estado y comunidad islámicos.
Este fascinante relato constituye, así mismo, un riguroso análisis histórico que bebe de las fuentes documentales originales -en particular, El Corán-, e indaga en los aspectos fundamentales de la vida de los primeros musulmanes y del proyecto religioso y político de Mahoma. Resulta, por tanto, imprescindible para entender la naturaleza y el vigor de una religión que agrupa a millones de fieles en todo el mundo.