La época presente asiste a una explosión de la desigualdad. Un fenómeno que no solo contradice el principio de igualdad formulado en todas las constituciones y declaraciones de derechos internacionales, sino que compromete la democracia, la paz y el propio desarrollo económico. El proyecto de igualdad pasa por una doble refundación de la política: desde arriba, como introducción de límites y vínculos de los poderes económicos y financieros, y desde abajo, como motor de la participación política.