El autor nos conduce por campamentos y ciudades, por bosques y desiertos, e internándonos en precipicios y cavernas, y en las chozas y tribus, nos enseña todo lo que ha observado su vista perspicaz, desde el harapo del mendigo hasta las más suntuosas telas y preciadas joyas de las mujeres y tiendas musulmanas, desde el abatido esclavo hasta el poderoso príncipe, desde el arenal estéril hasta el florido vergel, desde la vida del aduar hasta las ceremonias de la religión.