Timo acaba perteneciendo a un grupo de jóvenes neonazis sin saber muy bien por qué: puede que su ideología le interese poco, pero con catorce años, una familia desestructurada y sin saber bien qué hacer con su vida, empieza a escuchar música neonazi, a participar en manifestaciones de extrema derecha y a sentir que, de algún modo, se rebela contra la sociedad. Al menos en este grupo recibe un cierto reconocimiento. Así, pronto empezará a trabar amistad con chicos que participan en campamentos militares y acaba siendo el cabecilla de un grupo neonazi local. Pero entonces, la policía empieza a pisarle los talones y, de repente, todo deja de parecer tan bonito. ¿De verdad quiere llevar una vida así, acabar siendo un delincuente?
