Como una secuencia de escenas se ofrecen a los ojos del lector los fragmentos de la vida de tres personas ligadas al ambiente literario de París. Es a través de estas escenas como se entreteje la psicología de cada personaje. De este modo se enfrentan la vida intelectual y burocrática con esa otra vida de la cotidianeidad más humana, sucediéndose en labios de los protagonistas la reflexión en torno a lo artístico, lo filosófico, lo social y lo metaliterario. El cuestionamiento de las fronteras del género narrativo actúa como espejo de la misma fragmentariedad de la naturaleza humana. La consciencia del tiempo conducirá la evolución y el cambio de cada uno estos personajes, cuestionando lo que siempre por elos fue asumido.