TIM MARSHALL (AUT.), GRACE EASTON Y JESSICA SMITH (ILUSTRADORES)
La tierra en que vivimos determina nuestra existencia. Ha provocado guerras, dictado estrategias políticas y dado forma a la sociedad en todo el planeta. Esto es tan cierto hoy como en la antigüedad, cuando los grupos tribales buscaban posiciones elevadas para poder defenderse mejor. A veces, las decisiones que toman los gobiernos, los grupos de poder o las comunidades están limitadas por ríos, montañas, desiertos y océanos. Podría decirse que a menudo las naciones son “prisioneras de su geografía”, pues topan con la presencia de cordilleras o dependen del acceso a vías fluviales a la hora de desarrollar el comercio.