Una galería del horror humano, la descripción, de un modo periodístico, huyendo del morbo gratuito, de los treinta casos de asesinos en serie más aterradores de todos los tiempos. La labor de Juan Antonio Cebrián como investigador está fuera de toda duda, tampoco es debatible su talento como comunicador, tanto a través de las ondas como sobre el papel. Ambas características confluyen en esta obra en la que Cebrián nos presenta, dividido en dos bloques, los crímenes de los 30 mayores asesinos de la historia. Caníbales, estranguladores o descuartizadores se nos presentan de un modo riguroso evitando el morbo de la casquería fácil pero dándonos la justa medida de las atrocidades que estos hombres cometieron. Consigue de ese modo no sólo explicarnos las motivaciones de los asesinos, sino que reflexionemos sobre nuestra propia naturaleza, como ante un espejo deforme. El carnicero de Hannover mató a más de 100 personas, las decapitaba con sus propios dientes; Ed Gein mataba sólo a mujeres que se parecían a su madre, con sus huesos y su piel se confeccionaba vestidos y avalorios para vestirse de mujer, cuando la policía llegó a su casa descubrieron que la habitación donde yacía su madre había sido tapiada; la Viuda Negra asesinó a 42 personas con el único fin de aumentar su patrimonio; la estranguladora de París fue capaz de suicidarse estrangulándose a sí misma. Todos contribuyen a la historia de horror que Psicokillers narra y todos eran personas como nosotros que, en un segundo de su vida, sufrieron una ruptura, una escisión que el autor nos ayuda a comprender.