La antimateria, el reverso de la materia, es uno de los aspectos más fascinantes de la física de partículas. Un objeto de antimateria sería indistinguible, a juzgar por su aspecto, de uno de materia; de hecho, una estrella de antimateria, de existir, brillaría de manera idéntica que una estrella de materia, emitiendo la misma luz. Vivimos rodeados por antimateria y por las radiaciones resultantes de la aniquilación de esta contra la materia de su entorno. Por ejemplo, en la superficie terrestre estamos sometidos a una lluvia incesante de partículas, en todas direcciones, tanto de materia como de antimateria, y se estima que un 10 por ciento de la luz visible que nos llega del Sol se debe a la aniquilación materia-antimateria que tiene lugar en su interior. Además, hacemos un uso constante de la antimateria: en los hospitales, como ingrediente esencial de las técnicas de imagen PET.