Desde joven fue consciente Zubiri de la necesidad que tenemos de las palabras no tanto para poder hablar, como para poder pensar. Y entre tantas, hay tres que son centrales en su filosofía, a saber: Realidad, Posibilidad, Religión. En este ensayo me refiero a ellas, recorriendo su accidentada historia desde sus lejanos orígenes hasta su desembocadura al maremagno de la filosofía zubiriana. Con ello se hará patente la historicidad inherente a toda expresión lingüística. La Filosofía no es ni puede ser ajena a la Filología.