SODUPE, KEPA / MOURE, LEIRE (EDS.)
En diciembre de 1991 tiene lugar la descomposición de una de las superpotencias de la Guerra Fría: la Unión Soviética. En palabras de V. Putin este hecho constituyó la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX. En sustitución de la vieja potencia surgieron quince nuevos Estados, entre ellos la Federación Rusa, el más destacado desde el punto de vista territorial, demográfico, económico, militar, etc. Este libro se ocupa de la Federación Rusa desde su nacimiento hasta finales de la primera década del presente siglo. Los desafíos a los que tenía que hacer frente el nuevo Estado eran enormes. Las diferentes contribuciones del libro, partiendo de la herencia dejada por la Unión Soviética, abordan los problemas de construcción política, de creación de unas nuevas estructuras económicas, de formación de una nueva identidad, de encontrar un nuevo lugar en el mundo. El periodo que se estudia tiene una primera parte convulsa en la que las dificultades políticas y el declive económico en tiempos de Yeltsin estuvieron a punto de dar el poder a las posiciones más extremas del arco político ruso. En cambio, con la subida al poder de Putin, gracias en gran parte a la positiva evolución de los mercados del petróleo, se abrirá una nueva etapa en la que se producirá una consolidación de la Federación tanto interna como externa, no sin sacrificar en el proceso el respeto a las prácticas democráticas.
