La interminable línea de cumbres ( la "cuerda" que dirían los montañeros) de la sierra de Guadarrama marca la frontera entre dos mundo bien distinto: el norteño y el sureño, el septentrional y el meridional, que viene a ser lo mismo. Humedad y temperatura son los condicionantes, los ingredientes que hay que conjugar a la hora de analizar los valores naturales que los distinguen. En Guadarrama, la cara sur, que pertenece a Madrid, cuenta con un sinfín de publicaciones que ensalzan su belleza. La cara norte, la castellano-leonesa, la segoviana, por el contrario, ha sido la gran olvidada y es hora de hacerle justicia. Y todo ello de la mano de uno de sus mejores conocedores, que nos propone un total de trece itinerarios o excursiones repartidas por los tres macizos guadarrameños. Completan este libro más de cien fotografías, mapas esquemáticos de las distintas rutas y una buena selección de alojamientos, restaurantes y puntos de interés como complemento de los recorridos a pie.