Por todas partes el mundo había cambiado. Sansón no reconocía nada ni sabía dónde estaba parado. No había más que nieve blanca por aquí y nieve blanca por allá.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso.
Más información