He aquí la única novela de Nora Ephron, una de las más agudas y brillantes periodistas neoyorquinas: un libro muy divertido, a veces agridulce, escrito con un humor que se ha comparado con el de Woody Allen, Philip Roth y Erica Jong. Con esta obra Ephron demostró que su sagaz y cáustico talento también brillaba al servicio de la literatura.