Este libro trata de la ciudad de Sevilla en los siglos XII y XIII, etapa de gobierno de los almohades, durante la cual alcanzó uno de los períodos más sobresalientes de su historia, llegando a ser la capital en al-Andalus del nuevo Imperio norteafricano. Durante un siglo (1147 a 1248), los almohades se ocuparon de la mejora en todos los órdenes de las ciudades de al-Andalus, siendo Sevilla en su calidad de capital la que experimentó en estos años un verdadero florecimiento económico, demográfico, cultural y artístico.