Keijiro Suga nos descubre a través de sus versos los territorios devastados tras el desastre de Fukushima o la soledad y el sufrimiento de los migrantes. A través de los ojos de un personaje tan literario como el cuervo, el poeta japonés hace una disección minuciosa y exacta de la condición humana, de sus conflictos internos y su relación con la naturaleza, omnipresente en prácticamente todas las páginas de este libro sorprendente.