Esta es una novela que se sueña a sí misma. Puede parecer una esquizofrénica alucinación, porque narra la historia de un personaje que viaja en un ómnibus por la Habana, pero no precisamente por las calles, sono por dentro de las casas, de los edificios. El absurdo, se entiende. Lo que se cuenta parece irreal. Como suele suceder a veces con lo que se vive. Parece una mentira que alguien se inventa para poder entender el absurdo de la realidad que le tocó vivir. Eso es lo que le ocurre al pasajero que viaja en este ómnibus...