En el terreno de la psicología, el personalismo comunitario, habiendo tenido los mejores mimbres para hacer una buena cesta, no lo hizo. Para hacerlo ahora Carlos Díaz propone fundamentarlo, argumentado a favor de la primacía del conocimiento amoroso respecto del intelectual. Hay que hacerse cargo del sufrimiento, cargar con él más allá de las teorías y responderle con esperanza.