Amy tiene el marido perfecto. Hugh es guapo, es un buen tipo y un padre maravilloso. Pero un día, de pronto, le dice que quiere que se tomen un descanso. Que necesita estar seis meses lejos de casa, de ella y de la familia, y viajar un tiempo como soltero. Aunque asegura que solo será medio año y que volverá, pues no dejado de amarla, Amy teme que no sea así. Porque en seis meses pueden pasar muchas cosas. . . ¿Y si cuando Hugh vuelva, si es que vuelve, ya no es el mismo? ¿Y si ella también ha cambiado? Pero lo peor es qué hacer mientras tanto. ¿Debe seguir siéndole fiel o puede dejarse llevar? Está claro que en la vida no hay que dar nada por sentado, y Amy está a punto de averiguarlo por sí misma.