Si la gran poetisa Magdalena Sánchez Blesa se define como una poetisa de aceras, de momentos, de patios y de mirar a los ojos, yo me defino simplemente como una persona que escribe lo que siente, una persona que necesita comunicar al resto de amigos algo que necesita sacar de su interior. Sentimientos almacenados en mi corazón que necesito compartir con la gente. Recuerdo que la primera vez que oí recitar un poema, se me puso la carne de gallina; por primera vez experimenté una sensación hasta entonces desconocida para mi. Era todo un descubrimiento.