A diferencia de ciertas poéticas contemporáneas (caracterizadas por lo que se podría llamar la altivez
de la iluminación), la potencia ética y espiritual de la obra de Jorge Gimeno no impone una distancia
a sus lectores. Si aún es posible afirmar de una obra que tiene "propósito", el de la suya sería recuperar
para la poesía de hoy ciertos valores olvidados o incluso ridiculizados: la emoción, la humanidad, la
trascendencia. Quien le lee no sólo se reconoce y se pone en duda, sino que siente, en mayor o menor
medida, su misma necesidad de transformación».
FRUELA FERNÁNDEZ (Clarín)