Los pronósticos multiculturales que apuntaban políticos y sociólogos cuando leían el futuro de Occidente han quedado probablemente cortos. Son cada vez más los hombres y mujeres que, llegados de la otra orilla, acuden al reclamo de oportunidades que les brinda nuestro Estado de bienestar. En este contexto, bueno será que estemos dispuestos a conocer mejor a «unos vecinos» con los que hemos de aprender a convivir.