Ángel Bermejo Luengo es una figura imprescindible de nuestra historia de la fotografía. Su entendimiento del acto creativo le sitúa como uno de los fotógrafos documentalistas más interesantes de los años sesenta y setenta del siglo XX en la Región de Murcia. En este sentido, el reportaje gráfico de la cotidianeidad va a ser su campo de experimentación, construyendo unas escenografías que le conectan con el gran grupo de artistas nacionales que transcriben en imágenes el cambio social y cultural de la España de aquel tiempo. Como consecuencia de ello, su ejercicio es un testigo veraz de lo cotidiano, una fuente vital para el conocimiento de nosotros mismos; un modelo que transita entre los últimos aires aportados por la corriente humanista en Europa y los renovadores vientos de la imagen antropológico-social española.
