Este texto comenzó a escribirse entre los días 25 y 28 de noviembre, en los ratos
muertos del montaje de la exposición a la que acompaña la publicación que tienes entre las
manos, y se termino pocos días después, en casas ajenas, disfrutadas como propias, de
Bilbao y Madrid.
La brevedad el texto responde, en primer lugar, al apretado calendario de producción
de la publicación. Su extensión también responde al a necesidad propia de actuar bajo cierta
“economía textual”, que compense tanto la sobreabundancia de enunciados a la que uno se
enfrenta a diario, como la exigencia, en contextos como este, de tener que producir un texto
de comisario.
La exposición de Artistas Noveles 2013-2014 está repleta de torbellinos y
agujeros negros, en cuanto que dispositivos de producción de sensaciones y relaciones.