En la musicalidad amable de la rima, en donde la poesía fluye limpia por el cauce del verso popular, ha construido su laboratorio José María Triper. Allí indaga en las preguntas arcanas de la existencia. Porque, de algún modo, siempre experimentamos con uno mismo, somos cobayas de nuestras propias experiencias. Sus versos se asientan, deliberadamente, en el romanticismo militante sin que por ello pierdan su indudable contemporaneidad. No es fácil encontrar poemas tan claros y vigorosos como los que aquí se exponen.