Si todo autorretrato tiene algo de rememoranza y algo de ajuste de cuentas, Kepa Murua recurre a este formato con ´la intención de recordar lo que se vivió de lleno en cada una de las fechas´ y también para hallar ´la verdad de cada instante´ hasta acabar reconciliado consigo mismo y en paz. En ´Autorretratos´, el primero de los cuales se remonta a los años 90, Murua recuerda si tenía o no trabajo, si tenía o no dinero, si pasaba hambre o la vida le iba más o menos bien para acabar en un presente en el que descubre ´un hombre que ha sabido controlar su vanidad y que, después de haberse apartado de las ambiciones mal dirigidas, durante tiempo se ha ido dibujando con palabras, tal como corresponde a un poeta´.