Esta obra incluye tres relatos que testimonian precisamente el papel primordial del ángel: el "Relato de Hayy ibn Yaqzân", el ángel "velador" que nos inicia en el Oriente de las eternas luces; el "Relato del pájaro", que describe el vuelo recurrente del alma; y, para finalizar, el "Relato de Salâmân y Absâl", representando este último el "intellectus contemplativus".