«...Mejor no hablar de esa bobada -dijo Cora-. Se trata de algo más importante. Estoy planeando un asesinato. Por un momento me la quedé mirando con la boca abierta. Hasta entonces nunca habíamos planeado un asesinato; en nuestro entorno, las muertes se habían producido de modo improvisado y espontáneo...» Pero la amistad entre Cora y Maja no conoce límites.