La exposición colectiva Bibliotecas insólitas, comisariada por Glòria Picazo, parte de lo que ha supuesto la biblioteca como espacio que ha custodiado y sigue custodiando el conocimiento reunido y almacenado por la humanidad a través de los siglos. También reúne la idea de biblioteca infinita, insaciable, siempre cambiante y abierta a todo tipo de conocimientos, con aportaciones realizadas por artistas contemporáneos que, a partir de finales de la década de los sesenta y hasta la actualidad, han revisado la idea de biblioteca, de archivo y del libro como fuente inagotable de conocimiento.