Theodore Monod, biólogo marino fallecido en el año 2000, con nada menos que 98 años, fue uno de los expertos más reconocidos de las tierras desérticas del África. Director del Instituto del África Negra, profesor del Museo Nacional de Historia Natural, miembro de la Academia de Ciencias de Ultramar, de la Academia de la Marina y de la Academia de Ciencias de Francia, este hombre viajó y exploró durante años su principal objeto de estudio: el Sahara. Un profundo interés científico pero también una entrañable pasión por el desierto lo llevaron a embarcarse en fantásticas aventuras. Fruto de todas esas experiencias surge Camelladas, probablemente uno de los mejores libros que se hayan escrito sobre el tema. De riqueza empírica y de alto vuelo poético, esta obra lleva las marcas de la dedicación y la aguda observación de la que fue capaz Monod al internarse en el Sahara, al convivir con su gente y al recorrer los territorios que despertaban en él la curiosidad y el asombro, que tan bien logró transmitir a través de las líneas de Camelladas.
