- Editorial:
- CSIC
- Año de edición:
- 1973
- Materia:
- Música
- ISBN:
- 978-84-00-03898-4
- Páginas:
- 40
- Encuadernación:
- Rústica
CANCIONES PARA DOS OBOES Y FAGOT: MÚSICA HISPANA II, SERIE C: MÚSICA DE CÁMARA II
ANTONIO RODRÍGUEZ DE HITA (AUTOR), MIGUEL QUEROL GAVALDA (ED.)
Antonio Rodríguez de Hita. Su padre, Marcos Rodríguez del Mercado, maestro de niños de Corpa le lleva a estudiar al Colegio de Seises de la Iglesia Magistral de Alcalá de Henares, donde estudió latín, solfeo, canto llano, órgano y composición.Muy joven aún, en agosto de 1738, consigue el puesto de segundo organista en la propia Iglesia Magistral y en septiembre es nombrado, mediante oposición, maestro de capilla. Comenzó la carrera eclesiástica posteriormente. La primera obra conocida son unas Vísperas a 2 coros escritas en la tradición del estilo antiguo, de 1740.En agosto de 1744 accede por oposición a maestro de capilla de la catedral de Palencia. En 1747 es ordenado presbítero y permanece en Palencia hasta que, por fallecimiento del maestro de capilla del reputado Real Monasterio de la Encarnación, José Mir y Lusa, es nombrado su sustituto y debe trasladarse a Madrid en 1765.Hasta ese momento, la producción de música religiosa llega hasta unas 250 obras que constituirán el grueso de su producción.Sólo tres años después de su llegada a Madrid se inicia como compositor de música teatral en asociación con el dramaturgo Ramón de la Cruz, con quien creó una verdadera zarzuela nacional. La primera obra, fruto de su colaboración es Briseida (1768), con argumento de tradición postcalderoniana y gran éxito e inmediatamente después Las segadoras de Vallecas, donde ya introduce elementos cómicos, populares, castizos y costumbristas. En 1769 escribe Las labradoras de Murcia, también de temática costumbrista y al año siguiente Scipión en Cartagena, en donde vuelve a los temas históricos, pero no tiene éxito con esta última por lo que dejará este género y volverá a componer música religiosa.En 1777, poseedor de un gran reconocimiento en la sociedad, escribe un informe sobre el estado de la música en la España de la época y reivindica la creación de una Academia de la Música que promueva la enseñanza musical al estilo de otras academias como la de Bellas Artes: Noticia del gusto español en la música según está en el día Rodríguez de Hita fue maestro del poeta y músico Tomás de Iriarte.