224 pp. ¿A qué se debe el fracaso de la mayoría de las dietas? ¿Dónde reside el verdadero problema del exceso de peso y de la ingestión compulsiva de alimentos? Comer puede ser un sustituto del amor. Si dejamos de alimentar al niño maltratado que hay en el interior del adulto solitario podremos nutrir el amor y dar lugar a la intimidad. De esta manera liberaremos el dolor de la vida pasada y nos instalaremos definitivamente en el presente. Sólo si nos concedemos un espacio para la intimidad y el amor aprenderemos a disfrutar comiendo y dejaremos de usarla como un sustituto. Porque comer es una metáfora de la forma en que vivimos y de la forma en que amamos.